Hoy os queremos hablar de uno de los muchos proyectos que se llevan a cabo a Iniciatives Solidàries. Como bien explicita el título, está dedicado a personas refugiadas o solicitantes de asilo.
Una persona refugiada es alguien que ha tenido que huir de su propio país porque en el suyo corre peligro de sufrir una violación grave de sus derechos como ser humano o sencillamente la persecución. Los riesgos para su seguridad y su vida son tan grandes, que no le queda otra opción que marchar y buscar protección fuera de su país. Cualquiera persona tiene derecho a aspirar a recibir protección internacional.
Una persona solicitante de asilo es alguien que ha salido de su país y busca, entre otras, protección frente a la persecución y la violación de sus derechos como ser humano, a pesar de que todavía no ha sido reconocido legalmente como refugiado, porque está en proceso que se tome una decisión sobre su solicitud de asilo. Pedir asilo es un derecho que tiene todo ciudadano; esto significa que se tiene que permitir a cualquier persona entrar en otro país para recibir el mencionado asilo.
Una vez puestos en contexto, en Iniciatives Solidàries, tenemos dos familias con esta casuística; una es de Guinea-Bissau y lleva cuatro años entre nosotros; la otra es de Siria, y lleva uno.
Durante el verano las familias que residen a nuestros pisos o que pertenecen a colectivos acogidos en Iniciatives Solidàries hacen muchas actividades de ocio, y estas dos familias que hoy se hace referencia no se merecían otra cosa. Disfrutaron de un día de actividades, todos juntos, para fortalecer vínculos y conocerse más. Fueron al laberinto de Horta, donde entre todos consiguieron con éxito encontrar la salida y también fueron al lago de la Creueta del Coll. Con estas temperaturas de verano, ¿a quién no le va bien hacer un chapuzón? Para finalizar la jornada, disfrutaron de un inesperado y refrescante helado!