Parecía que nunca terminaría el invierno… pero el sol y el buen tiempo han llegado durante el mes de febrero y con él un nuevo reto para los residentes en la Llar el Pinetó: hacer un huerto.
Algunos de los residentes en el centro han querido aprovechar sus conocimientos de agricultura para sembrar en el jardín del centro diferentes verduras y hortalizas. Algunos de ellos tienen experiencia en trabajar la tierra pero hay que decir que en este proyecto, aprenden todos. Es todo un arte saber cuánta agua necesitan cada una de las hortalizas y verdures y cual es la época de siembra de cada una de ellas.
Esta actividad proporciona herramientas de desarrollo personal, supone una oportunidad socio-educativa para trabajar la cooperación entre el grupo y supone una oportunidad socio-educativa para trabajar la cooperación con el grupo, la autonomía personal, el autoestima y la paciencia. Además el contacto con la naturaleza da la posibilidad de desarrollo del bienestar físico y sicológico a través del trabajo en equipo y el diálogo.
El grupo se ha volcado en poner todos sus conocimientos, motivación e ilusión para que este proyecto siga adelante y recoger nunca mejor dicho, los frutos que nos ofrezca la naturaleza.